AÑORANZA

Es tanta atención que una necesita para comprenderos, es tan sutil, que lo único que resta es cogerlo todo y volar a otro lugar, ¿es tan difícil que podáis vivir juntas?. No estamos jugando al escondite, por dios,¡basta ya de tonterías!.

Ella anhela tu alegría y tu esperas que ella te mire. ¿Sería posible que tu cantaras de alegría mientras ella piensa concienzudamente?. No te entiendo, mejor, ¡no os entiendo!. Una frunce el ceño, y siempre tiene prisa, le irritan las cosas fuera de sitio y le molesta que se te caiga la mermelada encima. Se constriñe, se aleja de lo humano y no humano, piensa tanto que le sale humo por las orejas, no siente el dolor ni el cansancio, no habla, no mira, no escucha, sólo tira y pisa. La otra se esconde, se apaga, se calla. Y duerme durante todo el día. Yo no sé si espera pacientemente o, a estas alturas, ya le da todo exactamente igual. Si fuera una batalla, haría tiempo que hubiera perdido el interés por el bando contrario, hubiera entregado ya todo su poder con mucha frescura. Ignora todo lo que ella hace, la desconsidera y a veces se ríe de ella, es una risa irónica, mueve la cabeza de un lado al otro, afirmando que la causa es imposible. La otra, no entiende nada, observa esa conducta por el rabillo del ojo, disimuladamente, no quiere que sepa que le ha visto, porque no sabría qué contestarla, intuye que hay algo que no sabe, pero ni imagina de qué se trata, y para disimular su completa ignorancia gira la mirada y continúa obsesionada con un montón de perogrulladas.

Están tan lejos la una de la otra ... y es tanto lo que deseo que puedan darse de la mano, ¿te imaginas que llegaran a abrazarse?, Ay, creo que primero tendrían que hablar durante largas horas...

Una podría reconocer que está asustada, que su mirada es estrecha y que no entiende nada, asumir que no es perfecta, bajarse tres peldaños, tener paciencia y comprender que sin ella está muerta, y darse cuenta que en las cenizas de la muerte ya nada cambia. Y la otra, tendría que hacer un esfuerzo, tener un poco más de fe en las misiones imposibles, que con héroes pueden volverse posibles. Quizás sacar de los trastos viejos su libro de brujería, utilizar aquellos poderes olvidados con los que fue dotada, por aburrimiento los abandonó y demasiado pronto se rindió. Un poco de compasión, y muchas ganas de enseñar. Haz un poco de magia, muéstrale que ella puede hacerlo mejor, que es fácil si la sabiduría te acompaña. Por favor, enséñale con ternura y sentido del humor cómo se baila la danza de los corazones.

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