CONTAR HISTORIAS

¡Qué cabeza la mía!, contar historias siempre da algún problemilla ... Pues mira, de hecho el abuelo de mi padre no se llama Anastasio, se llama Ambrosio, Ambrosio González Galindo, por eso mi tercer apellido es González. Y no se escondia en la chimenea, se escondía en el horno de hacer pan. ¿Será por eso que me gusta tanto comer pan?. Seguiré haciendo preguntas y esperaré que el universo me responda gustosamente, y advierto, quizás entre respuesta y respuesta, me invente alguna cosa.

1 comentario:

Viky dijo...

Y tú, ¿has probado a meterte alguna vez dentro de un horno de pan? Me encantaría saber cómo huele allí.¿Quedan aún pedacitos de pan crujiente y tostado en las esquinas?