SALTAR, CANTAR Y DANZAR

Necesitaba respirar, pero el océano me llamaba hacia su profundidad, me hubiera podido dejar arrastrar y morir sin más, pero deseaba ver el cielo azul, tocar las nubes y escuchar la brisa fresca una vez más. Cansada de nadar, agotada de luchar contra la corriente del mar, me dejé llevar por los remolinos hacia la oscuridad girando sin parar, sentí que me empezaba a desintegrar. De pronto toda mi atención se unió en una imagen de una belleza que cortaba el aire. Me di cuenta que la corriente había cesado y que había luz y claridad en ese lugar, no podía dejar de mirar aquél ser extraño que emanaba colores cálidos y me hacía vibrar, vislumbraba movimientos femeninos y escuchaba ritmos de tambor, en el horizonte aparecieron más seres extraños de una perfección extática, su tez era oscura, brillante, sus ojos claros y lucían vestidos de seda fina. Aparecieron seres extraños por todas partes, de frente, por la izquierda, por detrás, por la derecha, se fueron acercando lentamente. Yo estaba entre paralizada e hipnotizada, ni una célula de mi ser se resistió. Me cercaron contactando suavemente con las palmas de sus manos sobre mi piel y sentí que una corriente de luz me atravesaba de la cabeza a los pies, me dejé caer entre sus brazos, me alzaron sobre sus cabezas y floté sobre sus manos durante un largo tiempo. Me fui despertando progresivamente, me miré y estaba vestida con las ropas de seda fina que recordaba de aquellos seres extraños, miré a mi alrededor y no había nadie, sólo yo, mi piel estaba bañada por los rayos del sol, estaba dorada y brillante, olía a flores frescas y quería saltar, cantar y danzar.

3 comentarios:

Viky dijo...

Qué bonito, parece un renacimiento.

Anónimo dijo...

fíjate! no lo había visto así! me parece más interesante pensar en un renacimiento, gracias.

Pekas dijo...

juerrrr... pues desde luego es lo que me ha parecido a mi también... un resurgimiento... :-)))

Preciosas letras...