Creer que alguien es estúpido o inteligente no debería afectar su inteligencia. No obstante, cuando un sistema de feedback es proveído, ambos pueden empezar a darse forma entre ellos.
Una demostración dramática de esto fue hecha en un experimento donde un grupo de niños que tuvieron una puntuación media en un test de inteligencia fueron divididos en dos grupos. Al primer grupo se le asignó un profesor a quien se le dijo que los niños tenían un "gran talento". A la otra mitad, se les asignó un profesor a quien se le dijo que los niños eran “lentos”. Al final del año, a ambos grupos se les volvió a pasar el test de inteligencia. El grupo que tuvo al profesor con la creencia de que tenían un gran talento subió la media de puntuación. El grupo que tuvo el prefesor que creyó que eran lentos bajó la media de puntuación.
La creencia de estos profesores moduló sus propios comportamientos. Y a la vez, esto creó respuestas en los estudiantes, los cuales reforzaron la creencia de los profesores.
Este fenómeno se conoce como el Efecto Pigmalión, de Rosenthal.
Dilts, R. 1983. Roots of NLP. Metapublications.
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