AMANECER DE OTOÑO

Una presión en mi cabeza me atormenta, una voz irónica habla sin parar y me vuelve loca, ¡cuánta crueldad!. Trae duda y confusión. Cuando la rabia se apodera, rogaría a quien fuera para que me alejara de todo lo que a mi se acerca. Hasta caer exhausta de dolor y cansancio, como quien regresa de una batalla absurda e inútil contra los molinos de viento. Gritaría: ¡dejadme en paz!¡mundo de locos!

Me quedaría llorando sola hasta secarme y caería dormida hasta el amanecer, y me despertaría con los rayos de la luz del sol de otoño, y al mirar por la ventana, vería la maravilla realizada, el sol en forma de bola de color rojo pomelo intenso que se levanta con la fuerza de la pasión y la esperanza de un nuevo día.

2 comentarios:

isabel dijo...

Y la vocecita y yo aprendieron a mirarse, escucharse y comprenderse la una a la otra.....y vivieron felices......¿te acuerdas? yo si. Un beso tan enorme como tú.

Anónimo dijo...

Si, me acuerdo ... que siga la felicidad!
Así como la felicidad de describir un instante en forma de poesía ... por el simple placer de hacerlo ... y disfrutar de que las cosas están bien así como están. Todo es YA perfecto.

Gracias y otro beso enorme para ti!!