EL CIELO EN LA TIERRA

«La única forma de mejorar la sociedad es mejorar uno mismo. El resto son vaina

Pocas cosas tan necesarias como ser anticipativo. Como manejarse con prontitud y lucidez, desde el sosiego y la atenta observación de los seres y las cosas. Distinguiendo con claridad cuál es la meta y los medios para alcanzarla, aunque sin obsesionarse por el desenlace. Cuando las cosas se hacen lo mejor que uno sabe, los resultados llegan siempre, aunque a veces tarden. La acción no es necesariamente agitación. Lo que cuenta es la serenidad con la que se obra. La armonía que se despliega. Sólo mediante el trabajo interior es posible remontar cualquier rechazo, envidia o ambición desmedida. Cualquier frustración o sufrimiento. Mirar adentro, sólo «adentro... ¡Adentro!», era lo que aconsejaba Don Miguel de Unamuno a sus impacientes estudiantes para progresar fuera. «Nada para afuera, todo para los adentros», había sido, también -cuatrocientos años antes-, el santo y seña de Teresa de Cepeda. «¡Pregunta a tu alma! ¡Pregúntale a ella!», recomienda Hermann Hesse. Conquista: la de uno mismo. Y, para conocimiento: el de los adentros. En torno a ese saber, Ramiro Calle y Joaquín Tamames -un pensador y un empresario-, dialogan honda y bellamente en un libro cargado de sabiduría que acaba de publicar la colección acción empresarial, de LID editorial. El cielo en la tierra, lo titulan. ¡Qué acierto! ¿Acaso hay mayor gloria que la voluntad de paz, que el paisaje del perdón? Un libro que nos recuerda, también, lo que más precisamos las mujeres y los hombres de hoy: que siendo todos los seres humanos y todos los senderos espirituales iguales, no hay fundamento para discriminar a ninguno. El camino no existe. Existen los caminos. Y, la única forma de mejorar la sociedad, es mejorar uno mismo. Comienza por poner orden en tu propia casa. Tal vez algún día nos decidamos a ello.

Jesús FONSECA
Diario La Razón 10/04/08

4 comentarios:

Viky dijo...

Cambiando los muebles del salón, buscando la forma más confortable de habitarlo. Limpiando suelos donde pisar, caminar, cristales por donde observar...Nuestro pequeño cielo en la tierra. Gracias.Feliz día.

isabel dijo...

Verdades como puños, no lo discuto,sin embargo siento que a veces este duro trabajo hace que me flaquean las fuerzas, claro que también reconozco que el bajón me duran 0,2 segundos, tengo la suerte de tener cerca seres vitáminicos que me animan a seguir en la línea,somos responsables de crear nuestro infierno o nuestro cielo desde dentro y yo me quedo con lo último siempre.

Cabalayka dijo...

Todo lo que necesites...mama naturaleza te lo da.
http://www.cabalayka.blogspot.com

Pekas dijo...

Bien cierto... bien cierto...

Hay una "imagen" de un poema de Miquel marti i Pol...

Qué decia algo así... " No creus que ja es hora de fer bugada ??? )

( No crees qué es hora de hacer una lavadora...???? :-)))

hacer la colada... remendar los calcetines... deshacernos de la ropa que ya no nos vale...

Poner en orden nuestra casa ...cada una de sus habitaciones.... cuesta empezar.. peo luego da un gustito verlo todo tan limpito y en su sitio... :-)))

Un beso... plumero en mano... ;-))