REFLEXIONES SOBRE EL CAMINO

Sobre el Camino de Santiago, mi amiga bichito me preguntó, ¿lo escribirás?. No sé que voy a escribir que ya no esté escrito sobre el camino. Estuve 25 días de peregrinación y llegué a Santiago el día 4 de agosto, he caminado 712 kilómetros sin un día de descanso. Dicen que una vida muere y otra nueva nace después del camino, y pone todo en su lugar. Yo pensé que sería menos cuando sólo podía poner atención al dolor de mis pies, al cansancio, al aburrimiento de caminar y a la sorpresa de cada día un día diferente. Lo cierto es que ha sido intenso, duro, cruel, salvaje, sin piedad, pero maravilloso al mismo tiempo. El 4 de agosto mi vida cambió, o puso fin a un duro e intenso camino lleno de subidas, bajadas, negro asfalto, verdes prados, bosques mágicos, árboles milenarios, hectáreas de plantaciones de jóvenes eucaliptales, sendas vírgenes, construcciones monstruosas, montañas, ríos, mares, nubes, sol, lluvia, niebla, personas maravillosas, mediocres y ruines. Sol y luna acompañando juntos todos los días.

El camino es la vida, te presenta todo tipo de cosas y tu eliges qué haces con ellas. El resultado de tanto esfuerzo es un fuerza interior que jamás había experimentado antes, me siento cansada pero muy tranquila, soy más mujer y más persona, y lo único que tengo ahora mismo delante de mi es algo así como la vista del Cabo de Finisterre, la inmensidad del océano infinito. ¡Ah! Y un par de pies, una cabeza bien amueblada y un corazón muy fuerte.

¡Un paso primero y después el otro!

3 comentarios:

Emilio de FÉ dijo...

DEUS SE REVELA QUANDO NOS ABRIMOS A ELE.bEM VINDA A SUA CASA, AO SEU CORPO A SUA FAMILIA A SUA VIDA!

Anónimo dijo...

Gracias amigo.

Eva dijo...

Más fuerte, más mujer,más persona; tranquilidad y la visión de un océano infinito....

Enhorabuena peregrina y bienvenida!