EN EL MARGEN DE UNA CARRETERA

Llegados a este punto desaparecimos en el margen de una carretera.
Desintegrándonos en partículas de polvo, nos volvimos dunas en el desierto.
El viento nos envolvió y el remolino nos desplazó hacia un lugar sin nombre.
Donde el frío quema, el calor paraliza, las nubes alumbran y la lluvia seca.
No queda nada.

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