No recuerdo los sueños que me llevaron hasta ese lugar, pero allí no querían soñar ni recordar, sólo la verdad, sin importar cuán cruel fuese aquella realidad. Quise jugar y los hombres serios me enseñaron a callar, quise vivir y me ahogué en el dolor, quise morir y respiré, y en cuanto desee amar dejé de desear. Ahora vibro con amor, para poder sufrir, vivir y morir, de verdad.
5 comentarios:
¡Madre mía, cómo está el patio! Tienes varias frases ahí con las que me identifico ahora mismo plenamente. Ya hablaremos.
Un beso enorme.
Puedo decir lo mismo que Carmen y que Chus.
¿Qué tipo de movimiento se está produciendo en la vida?
Besos pa las dos.
jejeje ... I don't knooowww!!!
Sin palabras!!!
únicamente la vibración de mi ser y esa sonrisa interior que dice:
joder...bienvenida
y... no te vayas nunca!
Ay ay ay, como manejas las palabras colega, me quito el sombrero ante ti, no sé ni que decir, ya lo dices tu todo.Touche.
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