AVALOKITESVARA

bodhisattva de la Compasión
OM MANI PADME HUM

Hace muchísimo tiempo, el Bodhisattva Avalokiteshvara hizo un voto de salvar del sufrimiento a toda la gente del mundo y conducirla a la Iluminación. Además, juró que si titubeaba por un instante, cortaría su cuerpo en mil pedacitos. Entró así en una meditación muy profunda de compasión, a través de la cual, aspiró a dirigir a todos los seres hacia la Iluminación por medios sutiles. Cuando salió de esta meditación, descubrió que sólo había ayudado a una parte muy pequeña de la gente y se sintió tan desalentado que pensó en dejar sus esfuerzos. En ese instante, su cabeza y su cuerpo comenzaron a desmoronarse en pedazos y, en su agonía, llamó al Buda Amitâbha para que le ayudara. Amitâbha lo reconstruyó con un nuevo cuerpo, con mil brazos y diez cabezas. Encima de aquellas cabezas le colocó su propia cabeza.

4 comentarios:

carmen dijo...

Pobre! Tanto y tanto esforzarse...

Anónimo dijo...

No cuentas el final de la historia...¿Consiguió su propósito finalmente, logró llevar la iluminación al mundo, o, pese a la ayuda de Amitâbha, fracasó de nuevo, incapaz de vencer el velo que cubre la percepción de la humanidad?

A juzgar por la coyuntura actual, más bien parece lo segundo...pero, ¿quien sabe? Quizá todavía siga intentándolo...

Eva dijo...

Vaya...
se nota que no había pasado po Amadeus y no había aprendido que cuando el objetivo es muy grande hay que empezar paso a paso, con subobjetivos y con cuidadito con lo que dices pq...se cumple!

Pero quiero pensar que, con un objetivo tan bello y noble, no desistió y que, con tantos brazos, tantas cabezas y todo lo que aprendió de su sufrimiento, siguió adelante...
y quizás por eso hay tanta gente que está despertando, buscando la felicidad, venciendo el sufrimiento y encontrando la paz.

así que... gracias Chus y gracias
Bodhisattva Avalokiteshvara!!

Creo que todos los nobles propositos flotan en el campo para aquel que está dispuesto a buscar la felicidad, el amor y la paz.

Así que mil gracias guapetona por ese bello danzar de tu corazón!!

Anónimo dijo...

Con el final del texto, no obstante, podemos intuir a lo lejos el final de la historia: "... Su cabeza y su cuerpo comenzaron a desmoronarse ... Amitâbha lo reconstruyó con un nuevo cuerpo, con mil brazos y diez cabezas. Encima de aquellas cabezas le colocó su propia cabeza.."

Yo interpreto que para poder llevar a la iluminación a algunos seres amados, primero tendré que hallar mi propia alegría, amor y paz. Y luego, quizás, "por casualidad" puedo contagiar con la luz a algún ser.

Y como dice el Blog de Aprendiendo a Aprender, de Eva, no es la visión, sino la relación con ella, la que te permite la posible unidad. También las enseñanzas del camino ayudan: no importa el destino, sino el primer paso y luego el segundo ... es ahí el único lugar donde la intención puede estar para materializar el más grande sueño.

Pero aun y esto, es sólo una interpretación ... que no será nunca tu propia experiencia.